De mi oscuridad, a tu luz.
Lloro, lloro y tú me abrazas
y haces que llegue a mí la calma
que tantas veces a ti misma te falta.
Vienes, vienes y yo sonrío,
haces que no tenga otra vez frío;
secas mis lágrimas que parecen ríos.
Cantas, cantas y me das aliento
y haces que no sienta más ese viento
que tira todo lo que está en movimiento.
Lloras, lloras y yo me derrumbo,
mientras tus lágrimas caen, me hundo
y hacen que se destroce mi pequeño mundo.
Voy, voy y sólo te tiendo mi mano
porque a parte de eso y decir que te amo
nada más puedo hacer para que vuelva tu canto.
Canto, canto y consigo muy poco,
porque no puedo hacer que aquel ogro
desaparezca y nos deje ser tal y como somos.
P.D. El que te haga llorar algún día, se ganará una eterna enemiga.
Te amo, mi ángel.
Maia
No hay comentarios:
Publicar un comentario